miércoles, 23 de abril de 2008

Un sofá medio abandonado

Un sofá de dos plazas
medio abandonado,
sin razón alguna.

La mitad de su aforo
no quiere volver
y la otra mitad
no quiere que vuelva.

Así que quien se queda
espera sentado
no sabe qué
mientras observa
el extraño infinito
del asiento lindante.

Los días pasan
y el solitario del sofá
decide aprovechar
su nuevo espacio
para tumbarse solo
donde antes
sólo podía sentarse.

Se sonríe ante tal idea
y al comenzar a recostarse
se indigna ante un arrugado inconveniente:
un pliegue en el asiento vecino
fruto del peso de un cuerpo ajeno
aunque de sobras reconocido.

Se deja llevar por mil recuerdos
sin apartar la mirada de la arruga,
hasta que finalmente vuelve en sí
y se acuesta.

Nada más lejos de la comodidad.

Así que se levanta,
sacude la cicatriz del sofá
hasta que desaparece de la vista
y vuelve a tumbarse.

La molestia continúa.

Fuera de sí,
se incorpora de un salto,
y al no encontrar la herida
sacude violentamente
tanto el asiento vecino
como el suyo propio,
hasta que cae en la cuenta
de que el sofá
ya no se divide en dos mitades
y que está golpeando 
dentro de sí.

Tal revelación no le hizo sentirse mal,
puede que absurdo.
Sin duda, raro.

7 comentarios:

P dijo...

Esto lo has escrito tu??
Porque un poco más y me pongo a llorar por una historia parecida con un sofá...

Pero las arrugas/cicatrices de la gente en nosotros son inevitables, una parte de lo que somos ahora, por eso hay que dejarlas que cicatricen con tiempo y ayuda...

Y tras esta rayada mental que me ha provocado tu entrada, me despido hasta la próxima.
Un besito!!!

Mario_O dijo...

Hola Paloma!

Me temo que soy culpable ^_^U

Estoy completamente de acuerdo con tu comentario... el tiempo lo cura todo.

Tan triste es el texto? Disney me ha pagado por los derecho de la segunda parte. Se supone que nuestro querido sofá es abandonado del todo en el almacén de Ikea. Allí entablará amistad con el resto de muebles, que le ayudarán a encontrar nuevos dueños tras vivir miles de aventura...

Ves? ahora tu comentario al lado del mío no tiene nada de rayada mental! XD

Besos ;-)

P dijo...

No no es nada triste, es precioso, por eso casi lloro; paranoias que una tiene en la cabeza con sofás que acabaron en el vertedero y gente que no volverá... Es como si me lo hubieras escrito a mi, en plan regalo adelantado de los 21, jejeje (aunque sé que no, que sepas que este texto será mío pa' siempre, me autoadueño de él, jajaj)
Y si, el tiempo lo cura todo, es lo bueno del cabrón ese...(me refiero al tiempo, que a veces lo odio un poco, jeje)
Rayada mental no es, eso se llama imaginación sin precedentes y lo demás es tontería!!!!Sigue escribiendo, hazlo por tus seguidores...
Un besito
PAL

Mario_O dijo...

Vaya, nunca imaginé que mi texto podría sugerir algo así. Siento que te haya hecho sentir de esa manera...

Y por supuesto, te regalo el texto ;-)

21 años? madre mía, qué pipiola ;-P
Habló el viejo... que yo tengo poco más.

Muchas gracias por leerme.
Un beso!

P dijo...

No te sientas mal, al revés; hacía tiempo que no pensaba en todo eso y a veces es necesario que las cosas te hagan algo de daño, según un amigo mío es la prueba de que estamos vivos...(pensamientos masoquistas supongo..)

Sí!!,21 poquitos pero creo que aprovechados... jejeje Y gracias por el texto, aunque lo había robado antes de pedirlo...espero lo comprendas.

Un besito

KasuNai dijo...

Me ha encantado tu escrito, niño!
Me apunto ideas que saco y las discutimos en persona? Es que creo que hay más de lo que parece ;)
Besitos, guapo!

Mario_O dijo...

Gracias Naiara ;-)

Espero impaciente esa discusión.

Besos!